lunes, 4 de octubre de 2010

Relicario de Salazar Slytherin

Su tercer Horrocrux fue el Relicario de Slytherin. Seleccionó este objeto por dos razones: tenia un gran valor ya que le perteneció al mismísimo Salazar Slytherin y porque él pensaba que le pertenecía ya que el Relicario y el anillo estuvieron en su familia por generaciones.
Originalmente perteneció a la familia Gaunt. Luego de que su padre y su hermano fueron llevados a Azkaban, Mérope Gaunt, madre de Lord Voldemort, se lo llevó consigo junto a su padre muggle Tom Ryddle (quien estaba bajo los efectos de un filtro de amor). Luego ella decide terminar de darle el filtro, él la deja y también deja a su hijo, a punto de nacer, por lo cual termina de caer en desgracia. Todavía embarazada, se lo vendió a Caractacus Burke para obtener un poco de dinero para sobrevivir. Hepzibah Smith lo compró por una fuerte cantidad de dinero en Borgin y Burke. Años después fue robado por Voldemort en la misma visita en la que robó la Copa de Helga Hufflepuff. Lo ocultó en una cueva lejana, bajo la protección de cientos de Inferi, y múltiples hechizos, como una puerta de entrada a la cueva que sólo se abre con sangre, y una barca que solo permite pasar a un mago adulto, además para recuperarlo se debía vaciar el contenedor donde se encontraba sumergido el relicario, y para esto no había otra forma más que tomar dicha poción. Kreacher, el elfo doméstico de la familia Black, fue el primero en beber la poción, para que Lord Voldemort escondiera el relicario. Más tarde, Regulus Black robó el relicario original y lo reemplazó por uno falso. El último en beber la dañina poción fue Albus Dumbledore, quien en su búsqueda de los Horrocruxes, decidió tomarla, solo para que luego Harry Potter se diera cuenta que no habían obtenido el original. El verdadero relicario, estuvo en la casa de los Black a manos de Kreacher, quien por muchos años fracasó en su intento por destruirlo (como le había indicado su amo Regulus Black), hasta que, tras la muerte de Sirius Black, Mundugus Fletcher lo robó, al igual que otras posesiones de los Black, para venderlo con fines netamente comerciales.
A su vez, Fletcher fue chantajeado por Dolores Umbridge cuando se encontraba vendiendo parte de su botín, por lo que tiene que darle el relicario a cambio de su silencio, y es Umbridge la última persona que lo posee antes de que Harry, Ron y Hermione se lo quiten en su incursión al Ministerio de Magia en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.
Fue destruido por Ron Weasley en el bosque de Dean, donde Harry lo abrió hablándole en lengua pársel; el relicario se abrió y torturó mentalmente a Ron con las imágenes de unos falsos Harry y Hermione. Luego este finalmente lo destruye utilizando la Espada de Godric Gryffindor.

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