También conocido como "rey de las serpientes". El primer basilisco del que hay constancia fue criado por Herpo el Loco, un mago tenebroso de Grecia que hablaba pársel. Después de muchos experimentos, Herpo descubrió que de un huevo de gallina incubado por un sapo salía una serpiente gigantesca dotada de poderes extraordinariamente peligrosos.
El basilisco es una serpiente verde brillante que puede alcanzar más de quince metros de largo. El macho luce una pluma escarlata sobre la cabeza. Tiene colmillos excepcionalmente venenosos, grandes, curvados y amarillos. Pero su arma más mortífera es la mirada. Cualquier que mire directamente a sus grandes ojos amarillos morirá al instante.
Si la cantidad de comida es suficiente (el basilisco se alimenta de todos los mamíferos y pájaros de y de mayoría de los reptiles), puede llegar a vivir muchísimos años. Se cree que el basilisco de Herpo el Loco vivió cerca de novecientos años.
La cría de basiliscos es ilegal desde la Edad Media, aunque la práctica se puede ocultar fácilmente sacando el huevo que estaba debajo del sapo cuando aparecen los empleados del Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Sin embargo, puesto que nadie puede controlarlos excepto los hablantes de pársel, los basiliscos resultan tan peligrosos para los magos tenebrosos como para cualquier otro. No se han visto basilisco en Gran Bretaña desde hace cuatro siglos. "Eso es lo que tú te crees" (anotación de Harry y Ron).
El canto del gallo puede ser mortal para el basilisco. Si una persona mira a los ojos del basilisco a través de algo (reflejo de agua, un espejo, un fantasma, una cámara de fotos...) no muere, si no que queda petrificado.
Harry lucha a finales del curso 1992-93 contra un basilisco, y lo mata clavándole la espada de Godric por la boca. Fawkes ciega antes al basilisco, y luego cura con sus lágrimas el veneno que ha penetrado en Harry.
Durante la Batalla de Hogwarts, Ron y Hermione entran a la Cámara de los Secretos para conseguir colmillos de basilisco y destruir los Horcruxes con su veneno.
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